Concellos

Arzúa es un punto estratégico del Camino francés, de altísimo valor turístico por su riqueza natural y gastronómica y por los atractivos de ocio que ofrece. Es un lugar único, de larga tradición e historia, enmarcado en una naturaleza cautivadora que le hacen brillar como destino verde de Galicia.

Camponaraya, en plena comarca del Bierzo, posee una innegable tradición del Camino de Santiago. Desde su bandera y su escudo, donde la concha de vieira es protagonista, hasta su ubicación estratégica en el trazado del Camino francés, la convierten en una parada destacada para caminantes y peregrinos rumbo a Compostela. Rodeado de campos de viñedos y en un entorno privilegiado, es el punto de partida para cada vez más turistas camino a Santiago.

Melide es parada de referencia para peregrinos y turistas que buscan la esencia del interior de Galicia. Posee algunas de las joyas históricas más destacadas del Camino francés y es un auténtico hervidero de experiencias jacobeas. A ello hay que unir parajes naturales y una gastronomía única.

Monterroso, cuna del nacimiento del río Ulla y parte fundamental de la comarca de la Ulloa, da la bienvenida a sus visitantes rodeado de paisajes de un verde exuberante y las montañas del corazón de Galicia, que hacen de este enclave un destino perfecto para disfrutar de la naturaleza en estado puro.

O Pino es oficialmente la antesala del fin del Camino de Santiago. Es el último municipio antes de la capital gallega y habitualmente la última noche antes de llegar a la catedral. Se trata de uno de los grandes lugares de referencia en las peregrinaciones, pero también en las visitas turísticas, ya que encierra múltiples atractivos que lo hacen único.

Palas de Rei, tierra de historia y morada de reyes, posee un pasado muy ligado a la cultura castreña. Aquí se encuentran multitud de restos antiguos, mámoas, dólmenes y antiguas fortalezas o “castros”. Un viaje en el tiempo que es todo un presente para los sentidos.

Apenas 100 kilómetros separan Paradela de la Catedral de Santiago. Es la distancia mínima para obtener la Compostela y por ello un punto clave en el Camino Francés, que además, destaca por tener la mayor concentración de construcciones religiosas de estilo románico de toda Europa.

Pedrafita do Cebreiro es la gran entrada gallega del Camino Francés, de la N-VI y de la A-6. Su posición estratégica, su importancia dentro de la ruja jacobea en Galicia, sus construcciones y su belleza única, junto al milagro del Santo Grial en O Cebreiro, consolidan a Pedrafita como un destino único de peregrinación a través de los siglos.

Portomarín conserva la esencia de las villas gallegas tradicionales a orillas del río Miño. Se trata de un enclave único de calles empedradas, soportales y casitas de baja altura a apenas 25 kilómetros del sur de Lugo capital.

Samos ha sido siempre un lugar cargado de historia y tradición jacobea inmerso en una espectacular naturaleza y con impresionantes monumentos, que lo hacen uno de los lugares más singulares del Camino francés.

Sarria es una de las grandes referencias del Camino francés. Situada a apenas 111 kilómetros de la Catedral de Santiago es, para muchos peregrinos, el punto de partida preferido porque se sitúa a la distancia mínima exigida para obtener la “Compostela”. Además, ofrece al viajero múltiples atractivos que bien merecen ser descubiertos en detalle.

Trabadelo es la penúltima parada leonesa del Camino francés a Compostela. Situada a apenas 174 kilómetros de la capital de Galicia, en plena N-VI y referente en la ruta jacobea, la huella que han ido dejando los peregrinos y visitantes durante siglos de peregrinación es indudable. Esta tierra es hoy en día un lugar cargado de simbolismo y de encantos únicos por descubrir.

A Triacastela se le conoce por ser un lugar profundamente enraizado con las peregrinaciones y con el Apóstol Santiago. A 134 kilómetros del destino final del Camino francés, y con un paisaje de montaña es parada obligada para la peregrinación a Compostela ya desde el siglo XIII, tal y como relata el Códice Calixtino.

Vega de Valcarce es considerada como la principal puerta de entrada a Galicia desde Castilla y León a través del Camino de Santiago. Este municipio único, que se extiende a lo largo de la vega formada por el río del mismo nombre, posee un pequeño y hermoso conjunto de casas y una tradición profundamente enraizada con el Camino de Santiago y las peregrinaciones a Compostela.

Villafranca del Bierzo es una de las grandes referencias de la ruta del Camino francés antes de llegar a Galicia. De raíces prehistóricas antiguas y de esplendor de la época romana, la zona disfruta de una historia repleta de referencias a la travesía jubilar a Santiago. En los momentos culmen fue punto neurálgico del transitar de peregrinos que ponían rumbo al corazón de la cripta del Apóstol.