Triacastela
Actualmente el camino es una de sus principales actividades y fuentes de riqueza de Triacastela. El Camino francés a su paso por la villa discurre por el monte Oribio y a través de bosques de vegetación autóctona y aldeas típicas. Uno de los itinerarios desciende hacia Samos, pasando por el monasterio, mientras que el otro sigue la variante de San Xil, que conduce directamente a Sarria siguiendo una ruta recta y sencilla.
El auge de la peregrinación en Triacastela se produjo entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, durante el reinado de Alfonso IX, quien la repobló y mejoró desde el punto de vista constructivo, levantando varios centros asistenciales al caminante. Los pobladores se sintieron atraídos por las posibilidades comerciales de un enclave estratégicamente situado sobre la margen del Camino Francés.
Tricastela contaba también con una cárcel de peregrinos, que actualmente pasa desapercibida, pero fue importante para salvaguardar el orden y dar seguridad a una ruta vital para su crecimiento y esplendor, ya que estaba destinada a quienes se hacían pasar por caminantes ya en las épocas en las que las peregrinaciones se convirtieron casi en una modalidad de mendicidad.
Otro elemento relevante en el contexto jacobeo pudo haber sido un mesón-herrería donde se daban comidas y se arreglaban las herraduras de quienes optaban por realizar el Camino a caballo, un hospital de peregrinos y otro de leprosos. Previamente existía en la localidad un monasterio familiar relacionado con la acogida de peregrinos, fundado a finales del siglo X.
Como descubrirás más adelante el propio nombre de “Tria Castella” parece aludir a 3 castillos que ya no se conservan en una zona con 3 castros (Triacastela, Lagares y San Adrián). Además, ten en cuenta que en este enclave se han realizado hallazgos prehistóricos muy importantes, en el yacimiento de Cova Eirós, que demuestran el poblamiento de la zona por Neardentales, lo que implica que ya desde la Prehistoria estas tierras eran paso principal para las migraciones humanas.
A día de hoy, el atractivo histórico y también el natural se mantiene intacto y sus secretos, todavía por descubrir, tanto para los peregrinos como para los turistas. ¿Te animas?