Monumento
Castro de Castromaior
Uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de la Edad de Hierro en el noroeste de la Península Ibérica, ofrece una ventana única al pasado.
Portomarín
Portomarín conserva la esencia de las villas gallegas tradicionales a orillas del río Miño. Se trata de un enclave único de calles empedradas, soportales y casitas de baja altura a apenas 25 kilómetros del sur de Lugo capital.
Es famosa por su impresionante belleza paisajística, destacando por el cuidado y mantenimiento de sus numerosos espacios naturales. La presencia de parques como el de Manuel de Blas, Antonio Sanz y Agustín del Río le han valido el apodo de "Villa Jardín". Actualmente, esta localidad ostenta la mayor extensión de zonas verdes en su casco urbano, lo que contribuye aún más a su encanto y atractivo.
Sin embargo, hablar de Portomarín es hablar de sus dos almas y del embalse de Belesar. En la década de los años 60 se tomó una decisión que cambiaría para siempre las raíces de este enclave. La construcción de la presa obligaría a inundar la historia de un pueblo para reescribirla, en una zona más alta, marcando como reto mantener la misma esencia del pasado. Y lo cierto es que el Portomarín actual tiene un alto parecido a su predecesor, ya que algunas edificaciones se trasladaron con sumo cuidado, piedra a piedra, para reescribir el destino de este paso clave del Camino francés a Compostela.
En esta particular mudanza, también hubo algunas pérdidas sensibles, como pequeñas edificaciones o molinos a pie de río que quedaron anegados. Portomarín combina por tanto una atractiva parte visible con tesoros sumergidos que relatan una importante historia por descubrir.
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